domingo, 30 de noviembre de 2014

NUEVAS FORMAS DE DAÑAR EL PATRIMONIO: PRÁCTICAS PARAPSICOLÓGICAS EN MONUMENTOS HISTÓRICOS. EL CASO DEL CERRO DEL CALVARIO DE OSUNA

     1. Plano del Cerro de El Calvario, © según la plataforma Iberpix del Instituto Geográfico Nacional.

     El Calvario (Fig. 1) es un yacimiento arqueológico conocido hace ya algún tiempo, dentro del término municipal de Osuna, Sevilla. Aunque su impacto patrimonial se haya visto reducido al ocultarse bajo la más amplia proyección de las noticias que procedían de la propia Osuna, ubicación de la antigua Urso (Pachón, 2002 y 2003). Pese a ello, acabó reuniendo un importante contenido patrimonial y arqueológico de toda índole y cronología, como aparece –en ese último aspecto– en la propia base de datos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i4372). Respecto de Osuna, El Calvario también ha ocultado una mejor promoción, porque hoy es más conocido por el circuito de motocross que, con el mismo nombre, se sitúa al suroeste de nuestro cerro (cota 417), en unas elevaciones contiguas más humildes (cotas 395, 393 y 392), separadas de aquel por la carretera (A-378) que conduce desde Osuna a la cercana localidad de Martín de la Jara (https://www.facebook.com/pages/Circuito-De-Motocross-El-Calvario/172690922936314). Sin embargo, El Calvario tampoco es un lugar arqueológico más: muy al contrario, debió ser un sitio complementario del propio asentamiento de la antigua Osuna, no solo por su cercanía, sino porque los análisis arqueológicos superficiales disponibles, y únicos por el momento, arrojan un espectro cultural y cronológico, prácticamente paralelo del de su aparente centro nuclear. Por otro lado, aunque las referencias sobre el mismo son abundantes (Romo et al., 1990) y variadas (Vargas et al., 1993; Vargas y Romo, 2001 y 2002), no dejan de ser parciales, por lo que todavía es demasiado lo que restaría por investigar. El estudio más completo del que disponemos se ha centrado en la parte más reciente de la ocupación del lugar y que es la que le da nombre: el Monasterio de El Calvario (Moreno de Soto y Ruiz Cecilia, 1998), cuyos arruinados vestigios aún se enseñorean de la cima y componen la silueta más conocida de estos lugares (Fig. 2 y siguientes).

2. Vista aérea de El Calvario, en el centro de la imagen, según © Google Earth, 2013.

     Según F. Olid Maysounave, refiriéndose al IV Conde de Ureña, Don Juan Téllez Girón «... en 1536, como a una legua de Osuna y para religiosos recoletos del Orden franciscano, edificó el convento del Santísimo Calvario, cuyas ruinas aun hoy se advierten» (Olid, 1940: 18). Esta construcción renacentista del quinientos, con alguna importante reforma a fines del seiscientos (Moreno y Ruiz Cecilia, 1998: 164) se mantuvo con varios altibajos hasta el siglo XIX, cuando la desamortización eclesiástica de Mendizábal, acabaría con su trayectoria religiosa, pasando a manos privadas e iniciándose una ruina que no parece haber concluido aún del todo (Figs. 3 y 4).

 3. El Calvario de Osuna, como se conservaba en 1985, visto desde la ladera suroriental. © J. A. Pachón.

4. El Calvario. Portada lateral de la fachada suroccidental y restos de muros preconventuales. © J. A. Pachón, 1985.

     Pero lo que trae hoy aquí esta nueva entrada es una publicación en la web, que hace referencia a El Calvario como un lugar relacionado con los misterios y el esoterismo, presencias extrañas, espiritismos, psicofonías (http://www.misteriosenlanoche.com/Indagaciones/convento.htm) y otras zarandajas que en nada contribuyen a la correcta interpretación del sitio y, lo que es peor, a la conservación de los restos patrimoniales históricos y arqueológicos que todavía se conservan y que presumimos pueden seguir conservándose allí. La finca, que actualmente se encuentra vallada (Fig. 5), no representó impedimento alguno para que en 2009 un equipo de 'expertos' en cuestiones del 'más allá', hicieran sus prácticas parapsicológicas, de las que han dejado una evidente muestra, tal como ellos mismos indican en la publicación en la red que hemos indicado más arriba.

5. El Calvario, vista de la ladera sur en 2012 . © Google Earth.
   
     Lo curioso del caso, es que los redactores de la noticia que referimos llega a relacionar algunas de las extraordinarias 'presencias' que creen haber descubierto con los pobres religiosos que vivieron en el convento y amenazan con volver, esta vez «con un pico y una pala» para descubrir la cripta sepulcral con los cadáveres de los monjes a los que debe achacar el origen de todas las manifestaciones que parece haber descubierto en su 'científica' exploración. No sabemos si todos, pero esta avanzadilla de parapsicólogos de El Calvario pretende lanzarse a la arqueología práctica para justificar sus tremebundas hipótesis, sin importarle la legislación vigente, la conservación del patrimonio, ni el pasado común de los ursaonenses.
     Parece evidente que las exploraciones de esta especie deberían estar mejor reguladas, máxime si van a producirse en espacios patrimoniales y, con mayor razón, si coinciden como en El Calvario con la existencia de un yacimiento arqueológico en su base. Osuna no necesita pasar al repertorio de lugares misteriosos y esotéricos de España, para que imaginativos espiritistas coloquen este lugar en la mirada de crédulos del ultramundo que acaben arruinando un yacimiento de por sí bastante deteriorado. No solo por la amenaza de una excavación a la búsqueda de ectoplasmas, sino porque si el lugar se convirtiera en objetivo de miríadas de peregrinos de lo oculto, el resultado sería el habitual: pintadas con fórmulas maléficas, invocatorias demoníacas y toda la parafernalia entre inculta y supersticia que acompañan a estos sitios 'marcados'. Pero, en definitiva, solo serían acciones que incidirían sobre unos restos murarios ya muy deteriorados que no soportarían esa nueva 'afección', inadmisible para cualquier vestigio patrimonial.
     Por otro lado, si es cierto que los visitantes 'fantasmofílicos' tuvieron la aquiescencia del dueño de la finca para acceder a sus venerables ruinas, habría que amonestar severamente al propietario para que a partir de ahora cuide más a sus huéspedes, si no quiere pasar a la historia como el definitivo artífice de la desaparición de los restos arquitectónicos del Convento de El Calvario. Aunque, lamentablemente, la desgracia no es solo responsabilidad suya. Hasta no hace mucho tiempo gran parte del sitio estaba sin cultivar, preservando lo poco que también quedaba del yacimiento arqueológico, pero en su parte occidental se ha instalado una joven plantación de olivos, para lo que tuvo que ser necesario la apertura de los correspondientes hoyos de siembra, sin que haya noticias de que hubiese una insignificante vigilancia arqueológica por lo que pudiera alterarse. En este sentido, es clara la dejadez de funciones de la administración cultural andaluza que no controla suficientemente ni los espacios patrimoniales que previamente ha incluido en su catálogo oficial del Patrimonio Histórico. Aunque tampoco es de extrañar, dado el trasfondo de este relato, por lo que no resulta extraño comprobar que algunos de nuestros gestores culturales, incluyendo a la UE, hayan puesto todo su empeño en facilitar nuevos espacios de interés como el Centro de Interpretación de las Caras de Bélmez (https://www.facebook.com/media/set/?set=a.449616148460516.1073741837.301823456573120&type=1), que estaría bastante más cerca de nuestros parapsicólogos arqueólogos que de la defensa del Patrimonio Histórico.
     Durante mucho tiempo, Osuna no ha sido un ejemplo de cuidado por su arqueología, pero afortunadamente algo parecía estar cambiando positivamente en los últimos años. Por desgracia, sucesos como los que hemos relatado parecen indicar  que de nuevo empieza a suceder lo contrario, algo que muchos no estamos dispuestos a que ocurra, por lo que no cejaremos en denunciar prácticas que, no por actuales, en nada ayudan a comprender, concienciar y valorar lo que supone la herencia patrimonial de nuestros ancestros. Por ello, demandamos que propietarios, usuarios y administradores del patrimonio, sean los más celosos guardianes de su conservación y no se dejen llevar por filias que podrían ser irremediablemente nocivas para el bien común de nuestro pasado cultural. Esperemos que El Calvario siga manteniendo, al menos, su actual paisaje romántico, entre arruinado y evocador de glorias pasadas y no acabe pagando con su desaparición los intereses económicos de nadie, ni las insólitas creencias de inepcias igualmente dañinas. El futuro y nuestros sucesores no nos lo perdonarían.



BIBLIOGRAFÍA
MORENO DE SOTO, P.J. y RUIZ CECILIA, J.I. (1998): "El Monte Calvario", Apuntes 2. Osuna, pp. 157-173.
OLID MAYSOUNAVE, F. (1940): Una figura del siglo XVI osunés: Don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña y sus fundaciones, Osuna.
PACHÓN ROMERO, J.A. (2002); "Modelos de asentamiento en la Osuna prerromana", en F. Chaves Tristán (ed.), Urso a la búsqueda de su pasado. Ayto de Osuna y Univ. Sevilla, Osuna, pp. 53-98.
PACHÓN ROMERO, J.A. (2011): "De la Urso tardo-republicana a la colonia Genetiva Iulia. Un análisis desde la historiografía y la arqueología", Colonias de César y Augusto en la Andalucía Romana. Hispania Antigua, Serie Histórica 6. L'Erma di Brestchneider. Roma, pp. 187-222.
ROMO SALAS, A.S.; VARGAS JIMÉNEZ, J.M.; PÉREZ RANGEL, J.A.; SIERRA ALONSO, F. (1990): "Carta arqueológica del término municipal de Osuna (Sevilla)", AAA'87 III. Sevilla, pp. 607-611.
VARGAS JIMÉNEZ, J.M. y ROMO SALAS, A.S. (2001): "Yacimientos arqueológicos de Osuna (Sevilla). Actualización y diagnosis". AAA'98 III. Sevilla, pp. 1039-1053.
VARGAS JIMÉNEZ, J.M. y ROMO SALAS, A.S. (2002): "El territorio de Osuna en la Antigüedad", en F. Chaves Tristán (ed.), Urso a la búsqueda de su pasado. Ayto de Osuna y Univ. Sevilla, Osuna, pp. 148-186.
VARGAS JIMÉNEZ, J.M.; ROMO SALAS, A.S.; GARCÍA RAMÍREZ, Mª I. (1993): "Aproximación a los modelos de asentamiento en el ámbito sureste de la cora de Écija", III Congreso de la Historia de Écija, pp. 13-40.

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