La reciente noticia dada a conocer este verano sobre la excavación de una necrópolis antigua en la localidad giennense de Arjona, Jaén, ha despertado una importante expectación por el interés de los hallazgos arqueológicos que se le asociaban y por las fechas que los arqueólogos encargados de su estudio han avanzado.
Entre los hallazgos destaca la presencia de una urna de piedra arenisca con sus paredes labradas en relieve con temas de guerreros ibéricos en acción
Además de un conjunto de cerámicas griegas, consistentes en una serie de cráteras áticas de figuras rojas,
También, debe considerarse la aparición de una importante construcción funeraria, consistente en una cámara subterránea que se realizó con grandes losas de piedra arenisca y que estaría en la línea de los sepulcros hipogeos ibéricos, como el de Toya, también en la provincia de Jaén.
La novedad es que la presencia de un columbario (tumba múltiple de incineración con nichos en las paredes), así como la existencia de cerámicas claramente romanas ha llevado a sus excavadores a datar todo el conjunto en el siglo I a.C. Este hecho, novedoso en la arqueología, ya que une en el mismo momento vestigios del siglo IV a.C. (cráteras griegas) con elementos romanos del final del milenio, supone un hito extraordinario en el conocimiento actual de la cultura ibérica y sería otro tanto que se apunta el Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, ampliando su ya dilatada trayectoria en el estudio del mundo ibérico y sus novedosas interpretaciones sobre el mismo.
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