Desde hace algunos años, la antigua ciudad ibero-romana localizada en Torreparedones (Baena/Castro del Río, Córdoba) se está convirtiendo en un constante referente para la arqueología, al estar aportando llamativos hallazgos materiales que siguen demostrando cómo el patrimonio español guarda todavía desconocidos vestigios con un volumen e importancia trascendentales.
Cabeza de Augusto, recientemente hallada en Torreparedones
La firme apuesta cultural, que hiciera en su momento el ayuntamiento de Baena para la puesta en valor del sitio, viene demostrando a diario su validez, al tiempo que proyecta sobre la localidad cordobesa un prometedor futuro económico como centro de atracción para el turismo cultural de interior. Probablemente, el vecino municipio de Castro del Río, al que también corresponde la localización parcial del yacimiento, esté ya arrepentido de que sus autoridades locales no quisieron corresponder en un esfuerzo aunado con el de Baena para la recuperación patrimonial de Torreparedones.
Figuras escultóricas sedentes de Torreparedones
De este modo, Baena, que ya cuenta con un Museo Municipal en el que el contenido de Torreparedones está alcanzando un valor casi monográfico, empieza a destacar entre las poblaciones andaluzas de volumen medio, significándose por una apuesta cultural que, si en un principio, pudo parecer arriesgada, los hechos han acabado por demostrar lo acertado de su elección.
Torreparedones, despoblado de gran extensión del que ya contábamos con algunas importantes contribuciones científicas sobre su arqueología, tampoco configuraba la esperanza de un cúmulo tan importante de recuperaciones patrimoniales. Tan felices consecuencias, fruto de un conjunto ilusionado de investigación y tesón municipal, dan pie para lanzar una llamada de socorro sobre otros muchos yacimientos, en una época de importantes carencias económicas.
La inteligente explotación del potencial arqueológico que está haciendo Baena, debería servir de paradigma a otras muchas localidades de Andalucía que, en cambio, ven deteriorarse progresivamente sus antiguos vestigios arqueológicos, sin planificar ninguna acción mínimamente preventiva. Son muchos los yacimientos y ayuntamientos andaluces que podrían seguir su ejemplo, pero de los que solo citaremos algunos notorios ejemplos: Cerro de los Infantes en Pinos Puente y Mesa de Fornes, en Granada; Osuna en Sevilla, etc., para los que esperemos que el referente de Baena pueda ser, finalmente, un modelo que imitar.
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