Hace dos años, en el número quince de la revista Cuadernos de Amigos de los Museos de Osuna (2013: 77-83) se publicaba una interesantísima aportación sobre una infrestructura hídrica, probablemente asociada al abastecimiento de agua potable en la antigua Osuna, de tiempos romanos. Una novedad de incalculable trascendencia, porque era la primera vez que se constataba la posibilidad de conocer las obras de ingeniería con las que la Colonia genetiva Iulia podría haberse dotado de los recursos de agua necesarios para la vida cotidiana de una colonia romana al uso. El trabajo lo firmaba Sebastián Corzo Pérez y lo reproducimos íntegramente aquí:
En hornor a la verdad, el autor ya indicaba que su descubrimiento patrimonial estaba siendo objeto de acciones vandálicas de expolio, por lo que clamaba para que el conocimiento del hallazgo sirviese para detener la destrucción progresiva que el monumento hidraúlico presentaba de modo más que evidente. Por desgracia, sus deseos no se han cumplido y esta semana nos hemos encontrado con la noticia en prensa de la intervención del SEPRONA para desarticular a un grupo de posibles expoliadores que estaban extrayendo ladrillos de los restos de este probable acueducto romano del siglo I d.C. y los estaban acumulando entre Osuna y la vecina Lantejuela, para su venta o utilización como material de construcción alternativo en obras domésticas modernas. Las diligencias han pasado a manos del juzgado de primera instancia (nº 1) para aclarar el asunto y determinar las acciones penales ante esta nueva infracción de las regulaciones patrimoniales vigentes.
La noticia ha sido publicada entre otros medios de comunicación en la edición regional del diario El Mundo (http://www.elmundo.es/andalucia/sevilla/2016/02/25/56cf359c46163fd8248b4642.html), en algunas otras páginas web (https://latunicadeneso.wordpress.com/2016/02/25/investigan-el-expolio-de-un-acueducto-romano-del-siglo-i-a-c-en-osuna-sevilla/) y otros medios de comunicación. Existiendo también un pequeño vídeo informativo en el canal de youtube de la Guarcia Civil:
Desde aquí no podemos sino lamentarnos de cómo nuestro país, ni siquiera con la continuada labor que publicaciones como la citada de Cuadernos sigue haciendo para la concienciación del valor de nuestro patrimonio, es capaz de poner freno a la continua acción de expolio, deterioro y uso en beneficio de algunos del bien común que representan los vestigios arqueológicos de nuestro pasado. Desde luego, tampoco las sucesivas y oficiales modernizaciones andaluzas han sido capaces de transformar a estos impenitentes busca-vidas del expolio, tan preclaros a la hora de aprovecharse del patrimonio de todos, pero incapaces de solucionar sus necesidades con más imaginativos hallazgos legales. En estas situaciones, es evidente que la acción preventiva de las fuerzas de seguridad es prioritaria, si no queremos que llegue el día en que buena parte de ese patrimonio común desaparezca o quede gravemente mermado para el futuro.
Desde otro punto de vista, vuelve a ser penoso que de nuevo Osuna sea el objetivo de estos inadaptados expoliadores culturales, siguiendo una nefasta tradición destructiva que, a modo de sempiterna maldición, parece que no va a desaparecer nunca. En este caso, habiendo afectado a un bien inmueble, ya bastante arruinado, pero que de seguir así acabará reducido a la nada. Esperemos que sea la última acción punible que se ejerza sobre los vestigios del pasado, y esperémoslo aún más en Osuna, cuya herencia histórica ya ha sufrido demasiado como para tener que seguir soportando actos como estos, con los que parece estar condenados a no verles nunca el fin. Los ursaonenses de bien no se merecen vecinos como estos, pues el expolio cometido nos lo están haciendo a todos.
Desde otro punto de vista, vuelve a ser penoso que de nuevo Osuna sea el objetivo de estos inadaptados expoliadores culturales, siguiendo una nefasta tradición destructiva que, a modo de sempiterna maldición, parece que no va a desaparecer nunca. En este caso, habiendo afectado a un bien inmueble, ya bastante arruinado, pero que de seguir así acabará reducido a la nada. Esperemos que sea la última acción punible que se ejerza sobre los vestigios del pasado, y esperémoslo aún más en Osuna, cuya herencia histórica ya ha sufrido demasiado como para tener que seguir soportando actos como estos, con los que parece estar condenados a no verles nunca el fin. Los ursaonenses de bien no se merecen vecinos como estos, pues el expolio cometido nos lo están haciendo a todos.
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