1. Villavieja 2012: borde septentrional de la meseta rocosa de los Tajos de Villavieja, mostrando su situación estratégica desde la que se domina el Cerro del Castillo (centro) y el Pantano de Iznájar. (© Juan A. Pachón).
Durante el mes de agosto, como se ha venido indicando en algún que otro foro de las redes sociales (https://www.facebook.com/Algarinejo/posts/414973151873899), se ha estado llevando a cabo una campaña arqueológica en los Tajos de Villavieja (Fig.1), bajo la desinteresada responsabilidad de un equipo científico del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, cuyos miembros pertenecen a grupos de investigación de la Secretaría General de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía, alumnos del Máster Interuniversitario de Arqueología y de las licenciaturas propias de aquel departamento, así como profesionales de la geología y la arquitectura: todos, bajo la dirección del profesor Dr. Antonio Morgado Rodríguez.
Los trabajos (Fig. 2) se han sufragado gracias a una pequeña y conjunta aportación económica del Ayuntamiento de Fuentes de Cesna y de la Diputación Provincial de Granada, así como a la cesión de los locales del Colegio Público San Jerónimo de la localidad, que han servido de improvisado y acogedor hotel para el equipo, además de almacén y laboratorio. La actuación desarrollada no hubiese sido posible sin el interés mostrado por estas dos instituciones que, desde un principio, han sabido ser sensibles respecto de las posibilidades de proyección futura que el yacimiento ofrece en cuanto a su potenciación turística, integración en programas culturales de clara dinamización económica para la zona y del enorme interés patrimonial y científico que el sitio representa, no solo para esta parte de la provincia de Granada, sino para toda Andalucía, la Península y la mitad occidental del área mediterránea.
Las investigaciones realizadas son resultado directo del interés despertado en la comunidad científica por este yacimiento arqueológico desde tiempo atrás, como también tratamos de exponer en este mismo blog en el pasado mes de abril (http://japr5.blogspot.com.es/2012/04/asentamiento-de-la-edad-del-cobre-en.html). Aunque, quizás, lo más importante de esta primera toma de contacto con el sitio haya sido la comprobación de algunas de las hipótesis iniciales que se presumían en la interpretación histórico-cultural del mismo. Así, se ha hecho evidente que la mayor parte de los vestigios arqueológicos que todavía hoy son visibles corresponden a la Edad del Cobre, ya que se han encontrado estructuras, cerámicas y elementos de piedra tallada correspondiente a lo habitual en las civilizaciones del III milenio a.C. y comunes para esa época en esta zona geográfica.
2. Villavieja 2012: tareas de excavación a intramuros del recinto. (© Juan A. Pachón).
3. Vista aérea de los Tajos de Villavieja con la indicación aproximada del desarrollo de la muralla (línea roja), cerrando el flanco este y sur. (A partir de Google Earth).
4. Villavieja 2012: panorámica parcial del lienzo murario oriental, aún sin investigar, oculto parcialmente por los derrumbes acumulados en su parte externa. (© Juan A. Pachón).
Al margen de estos previsibles resultados, la investigación se ha centrado en la comprobación de los restos constructivos monumentales que cerraban el espacio habitacional ocupado en ese momento prehistórico y que se han mostrado de forma irrefutable y sorprendente, confirmando la existencia de un cierre amurallado que circunda todo el flanco oriental del yacimiento y en parte del sector sur, allí por donde era más fácil acceder al área habitada (Fig. 3-4). El resto del límite del poblado quedaba bien guarnecido por la presencia del corte natural de la roca arenisca, donde se asienta, conformando una serie de acantilados naturales que son mayoritariamente eficaces en los límites occidental y septentrional del conjunto. De todos modos, en el flanco norte, muy cerca del ángulo noreste, existe una pequeña brecha en el tajo que bordea el yacimiento, facilitándose aquí una posible entrada natural al mismo, pero donde los antiguos habitantes de Villlavieja también dotaron de un cierre amurallado para evitar asaltos inesperados (Fig. 5).
6. Villavieja 2012: aspecto frontal del alzado exterior de la muralla, durante las investigaciones de 2012. Las hiladas apoyan directamente sobre la roca natural de arenisca. (© Juan A. Pachón).
5. Villavieja 2012: cierre norte de la muralla, las hiladas del alzado murario pueden observarse en la parte superior izquierda. (© Juan A. Pachón).
La indagación realizada ha podido comprobar que la zona conservada de muralla se extiende prácticamente por todo el perímetro de cierre señalado, alcanzándose en ciertos lugares una conservación considerable por encima de los dos metros, pero que al estar calzado el lienzo sobre la base rocosa donde existe un peralte natural, la altura existente sobrepasa frente a cualquier intruso los tres metros (Fig. 6), sin contar las pérdidas de hiladas arruinadas por el paso del tiempo y que han quedado constatadas en los derrumbes excavados intramuros y extramuros.
6. Villavieja 2012: aspecto frontal del alzado exterior de la muralla, durante las investigaciones de 2012. Las hiladas apoyan directamente sobre la roca natural de arenisca. (© Juan A. Pachón).
Constructivamente, la muralla ofrece dos lienzos diferenciados. de los que el primero es más ancho, a modo de gran escalón basal, mientras que el segundo se retranquea ligeramente hacia el poblado. No obstante, la similitud de la factura –en ambos casos– impide por el momento avanzar si se trató de dos fases constructivas o, simplemente, de una estrategia tecnológica, a fin de dotar a la construcción defensiva de un mayor apoyo y estabilidad estructural (Fig. 7).
7. Villavieja 2012: retranqueo estructural del lienzo murario exterior. (© Juan A. Pachón).
Es posible que esta característica también responda a la necesidad de apoyar con mayores garantías el remate final de la muralla, que podría haberse coronado con una empalizada que dotaría al conjunto de mayor envergadura vertical, facilitando la defensa con una posición de mayor dominio frente a previsibles asaltantes. Esa mayor altura sería más difícil de alcanzar si los puntos de apoyo de la empalizada hubiesen tenido que apuntalarse a partir de la roca base, en lugar de hacerlo en la base escalonada generada por el retranqueo que estamos comentando. Los lugares de fijación de los pilares de sujección de esa empalizada se han podido ver en determinados paños de la muralla conservada (Fig. 8), por lo que debe destacarse que su presencia se dispondría modularmente a lo largo de la misma y emplearían la técnica del calzado no solo basal, sino longitudinal, encastrado los pilares de madera dentro del propio lienzo superior del sistema amurallado.
7. Villavieja 2012: retranqueo estructural del lienzo murario exterior. (© Juan A. Pachón).
Es posible que esta característica también responda a la necesidad de apoyar con mayores garantías el remate final de la muralla, que podría haberse coronado con una empalizada que dotaría al conjunto de mayor envergadura vertical, facilitando la defensa con una posición de mayor dominio frente a previsibles asaltantes. Esa mayor altura sería más difícil de alcanzar si los puntos de apoyo de la empalizada hubiesen tenido que apuntalarse a partir de la roca base, en lugar de hacerlo en la base escalonada generada por el retranqueo que estamos comentando. Los lugares de fijación de los pilares de sujección de esa empalizada se han podido ver en determinados paños de la muralla conservada (Fig. 8), por lo que debe destacarse que su presencia se dispondría modularmente a lo largo de la misma y emplearían la técnica del calzado no solo basal, sino longitudinal, encastrado los pilares de madera dentro del propio lienzo superior del sistema amurallado.
8. Villavieja 2012: calzo rectangular para apoyo de los pilares de la posible empalizada sobre la muralla. (© Juan A. Pachón).
El sistema defensivo se complementaba además con la disposición exterior, entre distintos paños murarios, de torreones de tendencia semicircular, de los que se ha documentado en excavación uno en el extremo norte del lienzo defensivo (Fig. 9); aunque hay constancia visual directa de otros muchos a lo largo de todo su desarrollo espacial. Esta disposición de paños murarios lineales, junto con la interposición de elementos curvos a modo de torreones no es exclusivo de Villavieja, ya que se conocen para momentos coetáneos en Los Alcores de Porcuna. Aunque tampoco debemos descartar que es una manera de construir que pervivió en el tiempo, al menos en el aspecto estructural, como sabemos por los restos conocidos de la muralla Engel/Paris de Osuna, ya del primer milenio a.C. (http://independent.academia.edu/JuanAntonioPach%C3%B3nRomero/Papers/1413195/La_muralla_Engel_Paris_y_la_necropolis_protohistorica_de_Osuna).
9. Villavieja 2012: torreón semicircular adosado al extremo noreste del cinturón amurallado. (© Juan A. Pachón).
9. Villavieja 2012: torreón semicircular adosado al extremo noreste del cinturón amurallado. (© Juan A. Pachón).
Las incógnitas que se abren tras esta investigación son múltiples, pero podemos sintetizarlas en algunas pocas. Por un lado, cabe preguntarse qué motivó a las poblaciones de la Edad del Cobre para instalarse en este lugar del valle del Genil, en un sitio relativamente cercano a otro asentamiento destacado de la zona, y del mismo momento, como fue Sierra Martilla, donde existe una necrópolis de tumbas mixtas (dolménicas e hipogeas), pero donde no parece existir un sistema de amurallamiento tan complejo como el de Villavieja. Algo similar a lo que ocurre en Los Castillejos de Montefrío, donde su espectacular necrópolis megalítica tampoco se acompaña de estructura fortificada alguna. Por otro lado, se suscita el enigma de explicar la razón que llevó a estas mismas poblaciones a aunar un esfuerzo tan considerable para forjar un poblado defensivo tan formidable como el de Villavieja. Es probable que a esta última cuestión responda la aceptación de que el yacimiento sirviera como centro productor metalúrgico, generador de suficientes excendentes y de una riqueza, en suma, que pudieran justificar y explicar la realización de una obra arquitectónica de tal importante como la muralla del yacimiento.
10. Villavieja 2012: Foto durante la visita del 14 de agosto, junto a los responsables directos de la excavación. (© Juan A. Pachón).
De momento, sirva como referente paradigmático la actuación de este grupo de entusiastas investigadores que, a partir de una humildísima financiación (en oposición a otras infinitamente mejor tratadas por los presupuestos oficiales), han sabido multiplicar ilimitadamente las posibilidades inversoras de la misma, apoyando con su esfuerzo gratuito una empresa que ha resultado tremendamente provechosa, no solo en lo científico, sino en lo patrimonial, turístico y económico, como tendremos ocasión de ver en el futuro.
Aunque más moderna, también en la Bastida (Murcia) se está documentando una muralla de una gran complejidad http://paleorama.wordpress.com/2012/09/27/arqueologos-descubren-en-la-bastida-murcia-una-fortificacion-de-hace-4-200-anos-unica-en-europa/
ResponderEliminarEs el trabajo en el sitio de Cesna aún en curso? Yo estaría encantado de dar mi tiempo libre a ayudar en este proyecto. yo vivo en Iznajar
ResponderEliminarDebería contactar con Antonio Morgado: morgado@ugr.es
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